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Entonces, te la pasas en la casa todo el día sin hacer nada... 


¿ Sólo a mi me han dicho eso?



No se porque las personas tienen por costumbre menospreciar el trabajo que se hace en el hogar, es una tarea ardua y que como dice mi mamá, aunque estés enferma debes levantarte de la cama y lavar la ropa  , hacer la comida y meriendas del día, añádanle a mi caso el jugar con Avril y atender a mi esposo, ... en un trabajo habitualmente faltarías y enviarías el reposo por email...

Pero este rol que Dios ha dispuesto en su corazón que debemos cumplir no te permite tal cosa, no hay vacaciones, debes motivarte día a día a entregar lo mejor de ti misma, hacer cada cosa como si fuese para el Señor, tampoco hay que tener esa mentalidad de : " bueno es mi obligación, quién me va hacer estas cosas!" como en un tono de queja, no es tampoco la idea, cuida cada detalle, la clave esta en hacerlo con amor, si ese día te sientes mal, o te paraste con el pie izquierdo, debes aprender a mantenerte enfocada, tomate 5 minutos para orarle a  Dios pidiéndole quietud y calma, si es necesario que tengas que contar hasta 10 incluso antes de dar una respuesta, hazlo!. Recuerda que tu actitud influye mucho en como te va a ir ese día.

No tienes que pagar los platos rotos con nadie... todos los días son una oportunidad para aprender y hacer todo bien una vez más, muchas veces el ser madre y esposa nos agobia, sobre todo cuando nuestros hijos están pequeñitos, porque hay que dedicarles mucho más, toma ventaja y se esa mujer valiente y esforzada, toma un tiempo para leer una historia de la biblia a tu pequeña o pequeño, ponte creativa y utiliza mímicas , a Avril le encanta y comienza a imitar todo lo que hago :)

El reto es que tu casa se convierta en un altar para Dios y que todo lo que escuchamos, leemos y aprendemos sea puesto en practica en nuestras casas, mi hija no aprendió a levantar sus manos cuando escucha una adoración cada 8 días... en mi casa si para algo que hay tiempo es para que nuestros labios publiquen alabanza a Dios!

El reto es que no nos afanemos solo en las labores del hogar sino que podamos entregar ese día a Dios y estudiar diariamente su palabra y que nuestros hijos formen parte de ello, que te vean orando, que te vean adorando...ellos imitan todo y cuando están chicos son el odre nuevo y perfecto  que Dios necesita para depositar su vino.

Así que te si te aprecias y amas a los tuyos, perfeccionate en lo que haces todos los días, hazlo con amor, cada día fue diseñado para empezar otra vez y poner en practica lo que recibimos de parte de Dios.

¡Hasta otra tarde de té con amigas!